¡Hola! ¿Cómo están?
Bienvenidos al último fin de semana electoral del año en la Argentina. Fue largo el camino, pero acá estamos.
Dicen que para conocer a alguien, un buen camino es conocer a sus amigos. Por eso, traigo un repaso de los “amigos” internacionales que esta semana, en la previa de estas elecciones llenas de incertidumbre, mandaron su apoyo a los dos candidatos argentinos a la presidencia.
Desde Brasil, Lula da Silva pidió “al pueblo argentino que al votar piense qué tipo de Sudamérica quiere”. “Necesitamos un presidente al que le guste la democracia, que respete las instituciones y que ame América del Sur”, en referencia -implícita- a Sergio Massa (después de que Milei lo tildara de comunista y de alguien con quien no haría negocios).
En México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con el lenguaje directo que lo caracteriza, dijo que Milei es un “facho ultraconservador”.
Otro presidente de izquierda, Gustavo Petro, de Colombia, dijo que “en Argentina se decide el futuro no solo de su pueblo” sino de toda la región y consideró que “Milei representa la barbarie de Pinochet y Videla”.
El expresidente uruguayo Pepe Mujica dijo que votaría por Massa "con las dos manos”: “Me parece que tiene conciencia de que la Argentina no necesita cataclismo, sino vertebrar unidad nacional, porque ahí tendrá la fuerza para salir del drama en el cual está sumergida”.
Desde España, Pedro Sánchez (que esta semana fue reelegido presidente, como comentaré en breve), también apoyó a su “querido Sergio”: "Los argentinos tendrán que elegir entre dos proyectos opuestos para el país. El enfoque de Massa es la convivencia democrática y el desarrollo social inclusivo".
Por su parte, Javier Milei, quien en las PASO y en la primera vuelta había recibido el apoyo de Jair Bolsonaro (de hecho, su hijo Eduardo estuvo en su búnker), esta vez fue respaldado por nueve expresidentes conservadores de la región y España (entre ellos, Mauricio Macri, Felipe Calderón, Iván Duque, Mariano Rajoy y Sebastián Piñera) y por el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. “La única salida para la Argentina es con la libertad política y económica, el respeto al estado de derecho y a la propiedad privada y con las reglas del juego de la democracia liberal”, dice la carta firmada por los diez, que cuestiona además que “el proyecto de Massa no es más que el original proyecto de Néstor y Cristina Kirchner: lograr una hegemonía política a fuerza de presupuesto y castigo a la oposición”. “Un nuevo mandato del espacio kirchnerista sepultaría los frágiles anticuerpos que aún mantiene Argentina contra el populismo económico, el autoritarismo y corrupción política y el pacto corporativista”, alertan.
La guerra de Israel
Un video impresionante
Como periodista, puedo conocer lugares y personas a los que no podría acceder de otra manera. A veces lo naturalizo, a veces lo valoro y muchas otras lo siento como una responsabilidad. Eso me pasó esta semana, cuando fui una de las 120 personas de todo el país que asistió a la proyección de un video crudo y perturbador sobre la masacre de Hamas en Israel del 7 de octubre. El video de 43 minutos ya había sido proyectado a periodistas el mes pasado en una base militar israelí, un evento del que se escribieron algunas notas pero del que no se conocieron imágenes. Es que el video –por ahora- es para unos pocos, por respeto a las familias de las víctimas que se muestran (en imágenes explícitas, aunque a veces blureadas) en esos videos obtenidos de celulares de víctimas y victimarios, de cámaras de seguridad y de las bodycams que los terroristas llevaban consigo para grabar lo que consideraban su hazaña (se muestran 138 víctimas en total, entre asesinados y secuestrados). Por eso en el evento del miércoles pasado organizado por la embajada de Israel, no podíamos ingresar con nuestros celulares ni cámaras. Así que no les puedo mostrar lo que vi, pero sí contarlo. Así empieza el relato que publiqué en La Nación al respecto, con la escena que más me impresionó:
La escena es en blanco y negro. Es de una cámara de seguridad y da cuenta que las luces están apagadas. Un hombre apura a sus dos hijos –de unos ocho y diez años-. No se entiende a dónde van, pero se percibe la desesperación. Los tres están en ropa interior, por lo que se entiende que la urgencia los despertó o los sorprendió apenas después de levantarse. Los tres salen de la casa del kibutz donde viven y entran en un cuarto al lado del patio. Debe ser su cuarto seguro. Primero entran los chicos; después, el padre. No llegan a cerrar la puerta cuando un terrorista de Hamas que estaba escondido aparece en el plano y lanza una granada hacia ese cuarto, ese refugio que no llegó a ser. La granada explota.
Murieron los tres, es el primer pensamiento. No. Los dos chicos salen corriendo, pasan por al lado del cuerpo de su padre y huyen. ¿Hacia dónde? Vuelven a entrar en su casa y se quedan en el comedor. Se sientan en dos sillones. En shock, desesperados. Gritan que su padre está muerto, que creen que ellos también van a morir. El más chico nota que su hermano tiene un ojo herido; o que probablemente ya ni lo tenga. Le pregunta si puede ver bien. La respuesta es que no, que no puede ver con ese ojo. Un terrorista entra al comedor y se mueve como en su casa. Va a la heladera y agarra una botella. Bebe del pico. Totalmente inmune frente a los gritos de los dos hermanos, le pregunta a uno de ellos si quiere un poco. No, le contesta el más chico; lo que quiere es a su madre. “¡Quiero a mi mamá! ¡Quiero a mi mamá! ¿Por qué estoy vivo?”, lanza en un grito desgarrador, en hebreo.
Corte y otra escena: llega la madre. Lo primero que ve es a su marido muerto, tirado al lado de la puerta de aquel cuarto en el que no se pudo refugiar. Entra en crisis y dos guardias de seguridad del kibutz la sostienen para llevársela a otro lugar. ¿Se reencontraría con sus hijos? ¿O esos chicos integrarían las listas de 1200 muertos y más de 240 rehenes que dejó el asalto de Hamas a Israel del 7 de octubre?
Según pudo saber LA NACION, los chicos finalmente lograron escapar, sobrevivieron y se reencontraron con su madre en el peor día de sus vidas.
Si quieren seguir leyéndola, la pueden encontrar acá.
Qué pasa en Gaza
La delicada situación humanitaria en Gaza, gobernada por Hamas y donde viven 2,3 millones de personas (la gran mayoría, palestinos) fue el foco de intensas negociaciones esta semana, con cada vez más países que piden una pausa en los ataques de Israel. Frente a esta presión internacional, Israel aceptó ayer la entrada de dos camiones cargados de combustible por día, tras el pedido de Estados Unidos para ayudar a la ONU a satisfacer las necesidades básicas y para restablecer la comunicación, el mismo día en que el organismo multilateral advirtió que la mayoría de los residentes del enclave enfrentaba la "posibilidad inmediata de morir de hambre".
La cantidad de combustible que permite Israel (unos 70.000 litros por día) es menos de la mitad de lo que la ONU dijo que necesita con el fin de llevar a cabo funciones vitales para cientos de miles de personas en Gaza, incluido el suministro a los sistemas de agua, hospitales y panaderías, y para sus camiones de entrega de ayuda.
El pequeño territorio se encuentra bajo "asedio total" desde el 9 de octubre, cuando Israel cortó las entregas de agua, electricidad, comida y medicamentos, además de combustible, porque afirma que Hamas se queda con los suministros en lugar de hacérselo llegar a la población. Más de 12.000 palestinos murieron desde entonces, según las autoridades sanitarias del gobierno del grupo terrorista.
La medida anunciada ayer por el gobierno de Benjamín Netanyahu podría profundizar las visiones en su coalición. El Ministro de Finanzas de extrema derecha, Bezalel Smotrich, la calificó como un grave error: “Transmite debilidad, da oxígeno al enemigo”.
Operación (militar) en el hospital
Esta semana, después de días de asedio, las fuerzas israelíes entraron al mayor hospital de Gaza, Al-Shifa, donde asegura que Hamas instaló su centro de mando y que usa a los pacientes como "escudos humanos". El grupo terrorista lo desmiente.
“Tenemos fuertes indicios de que (los rehenes) estaban detenidos en el hospital Al Shifa y es una de las razones por las que entramos allí. Los rehenes estaban allí, pero fueron trasladados”, aseguró Netanyahu. El ejército dijo además que encontraron un vehículo con una gran cantidad de armas y una estructura subterránea que llamó un túnel de Hamas, un “botín” pequeño considerando los tres días de operativo militar, que despertaron una alerta mundial.
Esta nota de The Guardian explica qué dice el derecho internacional sobre los ataques a hospitales: en pocas palabras, representan un crimen de guerra, excepto que sean considerados “objetivos militares”.
¿Y los rehenes?
En las inmediaciones del hospital fueron encontrados los cuerpos de dos rehenes israelíes: Yehudit Weiss, una mujer de 65 años, y Noa Marciano, una soldado de 19 años cuya muerte había anunciada previamente por Hamas, que afirmó que murió en un bombardeo de Israel. Israel confirmó su muerte (ayer, de hecho, ya fue velada), pero no en qué circunstancias sucedió. Ayer, además, Hamas anunció la muerte de otro rehén, un hombre de 85 años que, según dijo, había muerto de un ataque de pánico durante un ataque aéreo.
El tema de los rehenes sigue siendo un foco de preocupación internacional (hay extranjeros, entre ellos, 21 con ciudadanía argentina). Joe Biden insistió el viernes en la liberación inmediata de los rehenes durante una llamada con el emir de Qatar, que media con Hamas. El último plan que se conoció era uno que contemplaba la liberación de 50 mujeres y niños a cambio de tres días de cese al fuego. Pero, en principio, iba camino a naufragar, como ya sucedió con otras propuestas.
Mientras tanto, el papa Francisco se reunirá el próximo miércoles, en dos momentos distintos, con familiares de rehenes israelíes y con familiares de palestinos que sufren por el conflicto en Gaza.
El plan de Hillary. La excandidata presidencial de Estados Unidos y exsecretaria de Estado Hillary Clinton reapareció en las últimas semanas para apoyar públicamente la estrategia del gobierno de Biden para la guerra. En este artículo en The Atlantic, titulado “Hamas se debe ir”, la ex madame secretary señaló que un alto el fuego total le daría al grupo terrorista la oportunidad de fortalecerse y atacar nuevamente. Considera que "los altos el fuego congelan los conflictos en lugar de resolverlos". Sin embargo –igual que Biden- apoyó las pausas humanitarias para que entre ayuda para los civiles en Gaza y facilitar las negociaciones sobre los rehenes. Además, pone el foco en el futuro del conflicto. De nuevo igual que Biden, se opone a una ocupación de Israel en Gaza. En cambio, propone “una administración interina con mandato internacional para gobernar la Franja y apoyar los esfuerzos regionales para reformar y revivir la Autoridad Palestina, de modo que tenga la credibilidad y los medios para retomar el control de Gaza”. “En última instancia, la única manera de garantizar el futuro de Israel como un Estado judío seguro y democrático es lograr dos Estados para dos pueblos”, dice, como camino para la paz.
Otras noticias
Pedro Sánchez lo hizo de nuevo. El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) logró acomodarse para conseguir otro mandato como presidente de España aun cuando no salió primero en las elecciones parlamentarias de julio pasado y cuando el camino para conseguir la mayoría en el Parlamento se le hizo cuesta arriba. Barato no le salió, pero Pedro Sánchez fue reelegido el jueves en el Congreso por mayoría absoluta gracias a un acuerdo de amnistía para los dirigentes y activistas del partido de Carles Puigdment, Junts per Catalunya, procesados por el intento ilegal de secesión de Cataluña en 2017. El pacto provocó una profunda fractura en el país, donde hubo (y sigue habiendo) numerosas manifestaciones contra el PSOE. Ahora Sánchez deberá recurrir a toda su destreza para complacer a una amplia coalición (su principal socio vuelve a ser la izquierda, ahora bajo el nombre Sumar en lugar de Podemos) y mantenerse en el poder durante los próximos cuatro años mientras sus incómodos socios catalanes le impondrán más de un obstáculo. En el camino, Sánchez podría convocar a una elección anticipada si piensa que los socialistas pueden ganar más bancas y dejar de depender de un conjunto tan amplio de partidos. Isabel Dïaz Ayuso -presidenta de la Comunidad de Madrid y figura prominente del conservador Partido Popular- no estaba muy feliz en la sesión de investidura y lanzó un insulto a Sánchez, que luego justificó de una manera muy particular: “Me gusta la fruta”.
Lo dijo. Joe Biden se reunió esta semana con su par chino, Xi Jinping, un año después de su último encuentro, en una relación bilateral que está siempre al límite. Los líderes se reunieron en el marco de la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco y lograron bajar la tensión en varios frentes (como la crisis del fentanilo, las relaciones comerciales y Taiwán). Pero la cordialidad y la diplomacia estuvieron en jaque cuando después de la reunión, una periodista (pícara ella) le preguntó a Biden si después del encuentro seguía considerando que Xi es un “dictador”, como dijo hace unos meses. “Mire, lo es. Es un dictador en el sentido de que es un tipo que dirige un país que es comunista y se basa en una forma de gobierno totalmente diferente a la nuestra”, respondió Biden. La cara que puso el secretario de Estado (lo que sería nuestro canciller), Antony Blinken, fue tan genial que se hizo viral.
Volvió Cameron. Si Pedro Sánchez es un ejemplo de resistencia en el poder, David Cameron dio la sorpresa esta semana y confirmó que nunca hay que dar por políticamente muertos a los dirigentes. El exprimer ministro conservador, que renunció en 2016 después de seis años en el poder porque ganó el “sí” al Brexit al que él se oponía, fue nombrado esta semana canciller del gobierno de Rishi Sunak. Cameron entró porque el hasta entonces canciller (James Cleverly) pasó a la cartera de Interior, cuya titular, Suella Braverman, fue destituida tras varias polémicas. En sus primeros días en el rol, Cameron viajó a Ucrania y recibió una invitación para ir a Israel.
¿Son compatibles el poder y el amor? Parece que no tanto, según demuestran las separaciones de los líderes que se siguen acumulando este año. Sanna Marin, Justin Trudeau, Giorgia Meloni… y ahora también el chileno Gabriel Boric. El presidente anunció que se separó de su pareja, Irina Karamanos, hace algunas semanas, después de casi cinco años juntos, y “por visiones distintas sobre el futuro íntimo”. Las hipótesis abundan.
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Hasta el sábado próximo. ¡Buen fin de semana!
Juli Nassau